A pesar que la Bicolor abrió el marcador muy temprano, no logramos controlar el resultado y apenas dos minutos más tarde comenzaría a crecer la figura del encuentro, pues a su corta edad no le pesa llevar su selección en el hombro. Fue Neymar, no fue ese Brasil de años atrás, aquel que colectivamente y con el ’’juego bonito’’ era el país que generaba un respeto.
Perú en parte del partido realizo lo que más nos caracteriza: El toque, pero a ello se le agrego la idea que pretende el entrenador Ricardo Gareca, un sistema de juego más rápido, trasladando el balón con mucha dinámica. El encargado fue Carlos Lobaton, quien supo manejar los tiempos del encuentro, estuvo preciso al momento del pase, buscando siempre los balones profundos.
Por las Bandas, Joel Sánchez y Cristian Cueva realizaron un muy buen trabajo, trataron siempre de encarar a los defensas rivales. Paolo guerrero, fue quien mejor jugo, a pesar de estar solo en punta, complico el trabajo con su movilidad en el campo, a las dos grandes defensas brasileñas: David Luis y Miranda.
En las instancias finales del encuentro, Ricardo Gareca (por los cambios que realizo) trato de buscar el triunfo, ingreso Carrillo y Reyna para darle frescura al ataque; poco pudieron hacer ambos. Por otro lado, la defensa tuvo altas y bajas, en esa zona tiene mucho que mejorar la Selección Peruana.
A pesar de la derrota, Perú mostró una mejoría, hasta se podría decir que jugo de Igual a igual a la Selección Brasileña. ¿Hay cosas que mejorar? Claro que sí, en defensa es una zona a mejorar, pero ese toque colectivo, con un juego más rápido, lo ha agregado Gareca. Una derrota amarga, pero con una sensación que se puede lograr grandes cosas.
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